Superando la Ansiedad
- Alberto Garcia

- 18 nov
- 2 Min. de lectura
Para muchos, la vida de un líder o pastor puede parecer inmune a las luchas internas. Sin embargo, el Ps. Felipe Vergara compartió un testimonio poderoso que desarma esa idea, revelando su batalla silenciosa de muchos años contra la ansiedad.
La ansiedad es más que una preocupación; él la describe como "huir de la realidad". A pesar de estar rodeado de gente y de intentar evitar el problema saliendo a la calle, el sentimiento lo seguía a todas partes, dejándolo bloqueado e incapaz de avanzar. En el fondo, sentía un profundo dolor, estaba atascado y contempló incluso dejar el ministerio.
Cuando enfrentamos estos abrumadores sentimientos de miedo, la Biblia nos da un mandato y una promesa:
"Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes."1 Pedro 5:7 NTV
La Noche del 19 de Marzo de 2022: El Clamor
La lucha alcanzó su punto máximo el 19 de marzo de 2022, cuando el Ps. Felipe experimentó un ataque de ansiedad devastador. Se sintió completamente vacío. En su desesperación, oró, pero sintió que su oración no tenía "ningún poder". Estaba lidiando con pensamientos suicidas.
Pero en medio de esa angustia, Dios se acercó a él. Al tomar su teléfono, recibió una notificación de la Biblia que contenía el Salmo 34. Al leer la palabra, sintió una paz instantánea que nunca antes había sentido.
El salmista David describe ese momento de rescate de forma magistral:
"En mi desesperación oré, y el SEÑOR me escuchó; me salvó de todas mis dificultades." ( Salmo 34:6 NTV )
La Entrega y el Abrazo de Jesús
El momento decisivo llegó cuando, deshecho en llanto ante su madre, el Ps. Felipe sintió que había recibido un "abrazo de Jesús". Lo que había estado evitando y lo que no quería se manifestó justo en frente de él. En ese instante, toda su duda desapareció, fue liberado de la ansiedad y pudo "ver quién era Dios en realidad".
Este testimonio nos recuerda el poderoso efecto de poner nuestra confianza y nuestras cargas en las manos de Dios, dejando atrás la preocupación y el temor. La paz no viene de la solución humana, sino de la presencia divina:
"No se preocupen por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús." ( Filipenses 4:6-7 NTV )
La lección final de Ps. Felipe es que, si bien creía que Dios estaba ausente, "cuando Dios está en silencio, es cuando en realidad está más cerca de ti". Si Dios pudo hacer esto en su vida, puede hacerlo en la vida de cualquiera que esté lidiando con pensamientos suicidas o luchas que parecen insuperables.



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